Javier Monterroso

La primera de ellas es el acuerdo 294-2014 emitido el 25 de septiembre por el Tribunal Supremo Electoral, en esta resolución el ente encargado de velar por el proceso electoral le dice a la señora Vicepresidenta que no puede ser Secretaria General de un partido político y a la vez alta dignataria de la nación, por si fuera poco en la misma resolución suspende al Partido Patriota por seis meses o hasta que cese la campaña electoral anticipada que realiza por diversos medios de comunicación. Claro que mis amigos pesimistas ya están escribiendo en las redes sociales que la sanción es muy débil, que debían haber cancelado el partido y otras ideas por el estilo, comprendo el hastío provocado por la campaña anticipada y la exigencia de sanciones más fuertes, pero les aseguro que el acuerdo 294-2014 es lo más que el TSE puede hacer por el momento. Mis sinceras felicitaciones a los magistrados que emitieron la resolución, son la esperanza de que el proceso electoral sea más democrático.

La segunda razón de optimismo es que la CICIG finalmente vuelve a dar muestras de vida, y por supuesto que me refiero al caso Lima, el pesimista diría que no sirve de nada si no llegan a acusar al Presidente o al menos al Ministro de Gobernación, pero sé cómo son de complejas las investigaciones y los procesos penales así que comprendo las limitaciones, sin embargo, tengo la esperanza de que este es sólo el primero de una serie de casos paradigmáticos que Iván Velásquez tiene preparados para los próximos meses.

Y la tercera razón para sentir esperanza es la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, ¿por qué? Por primera vez en la historia de Guatemala hay 5 mujeres en la CSJ, un número histórico, además nuevamente veo al menos un rostro indígena como magistrado del tribunal más importante del país, por supuesto que los pesimistas dirán que es la corte electa por el PP y Lider después de un proceso muy cuestionado en las Comisiones de Postulación, pero creo que la selección final es mucho mejor de lo que se pensaba originalmente, y que los actores que controlaban el proceso finalmente se dieron cuenta de que si nombraban a personas tan cuestionadas como las que originalmente se perfilaban pondrían en riesgo la institucionalidad del país, además dentro de los nombrados conozco a profesionales capaces y honestos, finalmente debo decir que aunque no sean los partidos de mi preferencia la elección se da por cuotas políticas en todos los países del mundo, es decir la elección es legítima y normal. Insisto en que hoy quiero ver el vaso medio lleno.

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