Gladys Monterroso
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“El pueblo que soporta una tiranía acaba por merecerla” Gabriel Alomar

La palabra independencia, es un suprarrealismo mágico o satánico en el que hemos vivido 195 años, ya que independientes, jamás hemos sido, y no lo podríamos ser totalmente, porque dependemos de otros Estados o instituciones financieras para sobrevivir, o mal vivir, por lo que a pesar que la “Independencia” no fue más que un movimiento político de la oligarquía imperante en el país, que se oponía a pagar tributos a la Corona Española, lo cual no estaba mal (rebelarse a pagar tributos a la Corona) el problema original de la Independencia fue ese, y no lo que poéticamente se hace creer a los niños de primaria, que fue una gesta cívica, por la que nos desvinculábamos de España para ser libres e independientes.

Nada más alejado de la realidad, en su momento, ya que somos un país del tercer mundo, casi llegando al cuarto, que conforme ha evolucionado la humanidad, nos hemos convertido en más dependientes, debido a una estrategia mundial del primer mundo capitalista, que técnicamente se encargó de crear necesidades a los países en ese momento en vías de desarrollo, ofreciendo tecnología para convertir la materia prima en productos terminados, los países se endeudaron, comprando la maquinaria, pero no les dieron la capacitación para trabajar sus propias materias primas con la maquinaria comprada, por lo que se quedaron como el niño a quien le regalan un libro, pero no le enseñan a leer, esta estrategia endeudó enormemente a los países que pudieron haber sido en vía de desarrollo.

Otra estrategia, para continuar siendo dependientes de las potencias del mundo, especialmente la principal potencia, fueron las guerras internas en la mayoría de los países de Latinoamérica, ya que condescendientemente dejaron que las guerrillas crecieran derivadas del descontento social, producto de las enormes diferencias sociales y económicas en que vivíamos y vivimos la mayoría de los países tercermundistas, las guerras internas a quienes más convinieron siempre fue a quienes vendían las armas a ambos bandos, ya que si hay una actividad que es un gran y productivo negocio es la guerra en cualquiera de sus manifestaciones, grandes o pequeñas, siempre hay un solo ganador: Quien vende las armas, por lo que a las potencias les convino que la mayoría de países latinoamericanos nos mantuviéramos en luchas internas durante generaciones completas, el resultado pobreza extrema y desigualdad, más aún que antes de la lucha interna.

Otro factor que nos hacer seguir siendo dependientes, y más aún, continuar endeudándonos y por lo tanto hiperdependientes, son la corrupción y el narcotráfico, la corrupción de los países del tercer mundo, llegando al cuarto nunca ha sido un secreto para los países desarrollados, capitalistas y no capitalistas, más aún pareciera que la misma se ha permitido, porque de alguna forma conviene ese subdesarrollo producto de la corrupción, ya que si la corrupción oscila entre el 25 y 30% del total del Presupuesto General de Ingresos y Egresos, ¿Cuándo se invierte en la obra pública, medicinas, educación y otras necesidades básicas?.

Además de la corrupción el narcotráfico, es otro de los males que nos hacen dependientes, ya que aunque en el país no seamos ni por mucho grandes consumidores de drogas de elite, si pasa por nuestras fronteras, la mayor parte de la droga consumida por quienes tienen recursos para comprarla y consumirla, a nosotros como país se nos obliga a utilizar recursos para combatir un mal que no es nuestro, pero que sin embargo nos obliga a endeudarnos para luchar contra un mal del que somos efecto no causa, la causa está en otros espacios, pero nosotros ponemos, los muertos, la deuda y los recursos, mientras otros la compran, y nos venden la tecnología para luchar contra un mal ajeno.

Ante la situación que vivimos, somos cualquier cosa, menos independientes.

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