Berlín
DPA
El ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, presentó hoy un amplio paquete de medidas de seguridad para impedir nuevos atentados terroristas en Alemania.
El político cristianodemócrata anunció que se aplicará mano dura contra los extranjeros que cometan delitos y contra los considerados una amenaza para el país, que el pasado año acogió a 1,1 millones de refugiados. «Serán detenidos y podrán ser deportados mucho más rápido», afirmó en la rueda de prensa. «Necesitamos procesos rápidos», agregó.
«El permiso de residencia se endurecerá para los extranjeros que cometan delitos o que sean considerados un peligro para la seguridad pública», indicó el Ministro.
Además, se reducirá el periodo de tiempo que permanecen en el país los extranjeros cuyas solicitudes de residencia hayan sido denegadas si han proporcionado datos falsos sobre su identidad. Asimismo, aquellos que participen en luchas terroristas en el extranjero y que tengan la nacionalidad alemana la perderán si tienen otra nacionalidad.
El plan del titular de Interior se basa en tres puntos: reforzar las fuerzas de seguridad, mejorar la prevención e integración y luchar de manera más efectiva y decidida contra los que cometan delitos y los que sean considerados peligrosos, así como contra la radicalización.
Esta propuesta es la reacción de De Maizière a los dos atentados registrados a finales de julio en Baviera, perpetrados por solicitantes de asilo.
«Nadie puede garantizar la seguridad absoluta, pero debemos hacer lo posible», aseguró el Ministro, que espera que este «catálogo de propuestas» se convierta en proyecto de ley y sea implementado ya en esta legislatura. «Alemania sigue siendo un país seguro. Debemos superar nuestras preocupaciones», agregó.
El nuevo paquete incluye también flexibilizar el secreto profesional de los médicos. Esta propuesta desató el miércoles toda una oleada de críticas, lo que llevó al ministro a recordar hoy que los terapeutas y otros especialistas pueden violar el secreto profesional si el paciente muestra tendencias suicidas o puede ser un problema de seguridad para otras personas.
Asimismo, anunció una ofensiva tecnológica en la que los agentes deberán fortalecer su lucha contra los delitos cibernéticos, también en la denominada «red oscura».
Junto con esto, De Maizière propuso mejorar el asesoramiento social de los refugiados para luchar contra la radicalización e insistió en que la responsabilidad de la lucha contra el terrorismo seguirá en manos de la Policía en un futuro.
Respecto a otras exigencias de ministros regionales conservadores, De Maizière rechazó tanto la prohibición general del uso de burka en Alemania como poner fin a la doble nacionalidad. «Esto es problemático a nivel constitucional», reconoció. «No se puede prohibir todo lo que se rechaza», agregó.
Estas dos propuestas se recogen en la conocida como «Declaración de Berlín», filtrada el miércoles por la prensa, sobre la que los ministros regionales de Interior quieren debatir la próxima semana.
Alemania fue sacudida por una serie de sucesos violentos desde el 18 de julio, cuando un refugiado de 17 años, probablemente originario de Afganistán, protagonizó un ataque con hacha y cuchillo en un tren regional en Baviera, hiriendo a cinco personas, entre ellas cuatro turistas de Hong Kong.
Pocos días después, un refugiado sirio se suicidó y causó heridas a 15 personas al detonar una bomba en su mochila en la entrada de un festival al aire libre en la localidad bávara de Ansbach. La milicia terrorista Estado Islámico reclamó la autoría de ambos atentados.