Estambul
DPA

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insistió hoy en criticar la postura de Occidente tras el intento del golpe de Estado en su país hace dos semanas, mientras la organización Amnistía Internacional denunció la situación de muchos de los detenidos tras la intentona golpista.

«Occidente se ha colocado del lado de los golpistas», dijo hoy Erdogan en una reunión de emergencia del Consejo de Religión en Ankara. «No se han colocado del lado de la cúpula de Gobierno del país, que se resistió al golpe», dijo.

Erdogan citó a un conocido ya fallecido que, en relación a Occidente le dijo en cierta ocasión: «Si ellos tienen sus aviones, tanques y cañones, (…), nosotros tenemos a nuestro Alá».

«Sí, nosotros tenemos a nuestro Alá. Pero sin duda alguna nosotros también tenemos tanques y cañones», añadió entre los aplausos de los líderes religiosos.

Erdogan admitió que en el pasado él también apoyó al movimiento del religioso Fethullah Gülen, a quien acusa de orquestar el intento de derrocarlo. «A pesar de que tienen muchas caras con las que no coincido, yo también les ayudé (…) de buena fe», añadió.

Erdogan y Gülen fueron aliados hasta que se enfrentaron en 2013. El presidente de Diyanet, la autoridad religiosa estatal turca, Mehmet Görmez, calificó a los seguidores de Gülen de «una red de robots sumisos».

El movimiento no puede considerase un grupo religioso, agregó. El propio Gülen no es un sabio religioso, insistió.

En tanto, más de dos semanas después del intento fallido de golpe de Estado, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional denunció hoy que el paradero de muchos de los detenidos después del golpe sigue sin conocerse.

Sobre todo dónde se encuentran los presuntos cabecillas, dijo a dpa en Estambul el experto en Turquía de la organización, Andrew Gardner.

Tras el intento golpista de parte del Ejército el 15 y 16 de julio, el presidente Recep Tayyip Erdogan impuso el estado de excepción durante 90 días.

En el país prosigue la «ola de limpieza» en el Ejército, la Policía, los medios, la Justicia y la Educación.

Según cifras oficiales de fines de la semana pasada, hasta la fecha han sido detenidas casi 19 mil personas. Contra más de 10 mil 100 de ellas que se han emitido órdenes de detención.

El primer ministro, Binali Yildirim, dijo ayer que han sido suspendidos más de 58 mil 600 funcionarios y se ha despedido definitivamente a 3 mil 500. La Unión Europea ha mostrado su preocupación por la elevada cifra de detenciones y ceses.

Erdogan ha rechazado todas las críticas a su actuación contra los presuntos conspiradores.

Gardner, el experto de Amnistía, dijo a dpa que muchas de las detenciones se están llevando a cabo en centros deportivos y establos debido a la falta de espacio. Las condiciones, dijo Gardner, son en algunos casos inhumanas.

«Los detenidos tienen que poder comunicarse con su familia y tener acceso a su abogado», dijo Gardner, quien señaló además que no existe ninguna lista accesible en la que se pueda consultar quién está detenido y dónde lo mantienen retenido.

Claro que el Gobierno tiene derecho a imponer el estado de excepción, agregó Gardner, pero ya anteriormente hubo indicios de violaciones de los derechos humanos. Por ello preocupa que ahora el Gobierno tenga más poder, señaló.

En tanto, el Gobierno de Suecia aseguró hoy que «por el momento» no deportará a Turquía a los solicitantes de asilo relacionados con la oposición política del país.

La decisión de las autoridades migratorias suecas se aplicará a los individuos que tengan «lazos creíbles» con el fallido golpe de Estado en Turquía, inclusive los que apoyan al predicador Fethullah Gulen, que vive autoexiliado en Estados Unidos, así como a miembros de la oposición.

La agencia ha registrado once solicitudes de ciudadanos turcos desde el pasado 18 de julio.

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