Río de Janeiro
DPA
Nuevo disgusto para Río 2016: las autoridades brasileñas multaron al Comité Organizador de los Juegos por tener a trabajadores sin papeles haciendo trabajos de urgencia en la Villa Olímpica, según informaron medios locales.
La multa asciende a 315 mil reales (96 mil dólares), correspondiente a 500 reales por 630 personas en situación laboral irregular, indicó el diario «Folha de Sao Paulo».
Los obreros estaban desde el sábado haciendo «reparaciones de emergencia» en la Villa, según el periódico. El Comité Organizador de Río 2016 los había movilizado para hacer frente a las quejas por el mal estado en que fueron inauguradas las instalaciones olímpicas el pasado domingo, a menos de dos semanas del comienzo de los Juegos (del 5 al 21 de agosto).
El Ministerio de Trabajo brasileño hizo hoy un control sorpresa en el complejo de 31 edificios ubicado en el exclusivo barrio de Barra de Tijuca, en el oeste de Río, según varios medios.
Además de encontrar a los empleados sin papeles de trabajo, las autoridades constataron que muchos hacían jornadas de hasta 23 horas, señaló el diario «Journal do Brasil».
Algunos turnos iban «desde la 7 horas de un día hasta las 6 horas del día siguiente», citó «Folha» al fiscal Hércules Terra.
Los documentos de trabajo «son una garantía» para el trabajador, dijo Terra. «Si ese trabajador sufre cualquier tipo de accidente, si muere, la familia no tendrá esa garantía», reclamó.
La multa debe ser asumida también por las empresas externas contratadas para los trabajos, según «Folha».
El mal estado en que fue inaugurada la Villa Olímpica el domingo generó un aluvión de críticas para Río 2016. La delegación de Australia se negó ese día a ocupar los apartamentos que tenía asignados por encontrarlos «inhabitables». Varias otras delegaciones hablaron de problemas similares.
Las quejas apuntaban a cañerías e instalaciones eléctricas defectuosas, así como a inodoros tapados y apartamentos sucios. El Comité Organizador de Río 2016 movilizó entonces de urgencia a más de 600 trabajadores para poner a punto la Villa.
Los intensos trabajos de las últimas horas ayudaron a mejorar la situación. La delegación australiana volvió ya a la Villa, después de escenificar también su «reconciliación» con el alcalde de Río, Eduardo Paes, por las críticas que ambas partes habían intercambiado.
Paes había comentado de forma socarrona que pondría un canguro delante de los apartamentos de Australia para que los visitantes se sientan «como en casa», después de oír las quejas. Paes recibió hoy un canguro de peluche como regalo de la delegación oceánica.
«Mi segundo equipo en los Juegos ahora será Australia. Será fácil, porque la camiseta también es amarilla», bromeó el alcalde después de que la jefa del equipo australiano, Kitty Chiller, le entregara el canguro y una camiseta «aussi».
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, también restó importancia a la controversia de los últimos días.
«Vi los apartamentos y me encontré con varios atletas y jefes de misión. Fue una buena visita. La Villa Olímpica estará fantástica», aseguró Bach tras su llegada hoy mismo a Río de Janeiro.
«Aún quedan algunos desafíos pero recibimos la garantía de que (los problemas) van a ser superados antes del viernes», lo citó el portal GloboEsporte.
Río 2016 había asegurado antes que quiere entregar las instalaciones listas al «100 por ciento» como tarde hoy. La Villa, con capacidad para 18 mil personas, albergará a unos 10 mil atletas.