POR CLAUDIA PALACIOS
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La madrugada del 8 de abril la policía fue notificada del hallazgo de un cuerpo en el camino de terracería que lleva a la aldea Rustrián, en Villa Canales. Una vez ahí, se constató que el cadáver pertenecía al chef internacional, Humberto Domínguez, quien tenía los ojos vendados y un disparo en la cabeza.

Según la reconstrucción de los hechos por parte del testigo presentado por la fiscalía, el día anterior al hallazgo del cuerpo de Domínguez, visitó al chef en su restaurante Kakao, ubicado en la zona 10 de la capital.

Durante la conversación que tuvieron esa noche, el testigo aseguró que observó a Domínguez preocupado por la desaparición de un sobrino y que éste le comentó que una persona, de la que no detalló el nombre, se había contactado con él para darle información sobre el paradero de su sobrino.

El testigo dijo escuchar una conversación en la que el informante le habría pedido a Domínguez que lo recogiera en un supermercado esa misma noche, por lo que el chef salió de su restaurante a eso de las ocho de la noche.

LAS VERSIONES SOBRE EL ARMA HOMICIDA
El MP presentó como principal evidencia incriminatoria un arma de fuego 9 milímetros propiedad del acusado. Según peritos de la investigación, la pistola habría sido el arma con la que fue ultimado el chef Domínguez. La defensa por su parte, ha argumentado en diversas ocasiones que Santos Monterroso prestó el arma a un familiar el día anterior a los hechos.

Como testigo de descargo se presentó al tribunal la esposa del imputado, quien aseguró que su cónyuge prestó el arma a su primo, Carlos Enrique Hernández de la Cruz, y que ambos se dieron cuenta de que había sido utilizada para cometer un crimen, días después, cuando vieron la noticia en los medios de comunicación.

Entre otros testimonios, se presentaron peritos en balística que explicaron las conclusiones de las pruebas realizadas al arma en cuestión.
Como evidencia documental la fiscalía presentó una serie de fotogramas que acreditan cómo el vehículo tipo Montero encontrado cerca del cuerpo de Domínguez ingresa al camino de la aldea Rustrián y momentos después, sale una persona a pie por el mismo camino. La calidad del video no permite identificar a la persona, por lo que el principal argumento del acusado es que no existen pruebas de que él haya estado en el lugar de los hechos.
El asesinato de Humberto Domínguez causó conmoción en el círculo gastronómico guatemalteco, debido al reconocido trabajo del chef, tanto a nivel nacional como internacional.

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