POR ANNIKA GRAF Y CHRISTINE SCHULTZE
Múnich /Agencia DPA
La empresa de Múnich continúa de esta forma con el proceso de remodelación puesto en marcha por el presidente ejecutivo, Joe Kaeser, para centrarse en los campos de energía, industria e infraestructura.
El Consejo de Vigilancia de Siemens dio el visto bueno a la venta a Bosch la participación de 50 por ciento de la BSH, la subsidiaria a través de la cual ambas empresas fabrican electrodomésticos desde 1967 y que lidera este segmento del mercado. La transacción deparará ingresos de 3.000 millones de euros (3.850 millones de dólares).
Un dinero que Siemens empleará en adquirir al fabricante estadounidense de compresores Dresser-Rand, según anunció hoy Siemens en un comunicado.
Tras fracasar el intento de hacerse con la mayoría de la rival francesa Alstom, adquirida finalmente por General Electric, Siemens quiere ahora aprovechar el auge de la extracción de petróleo y gas en Estados Unidos.
Dresser-Rand, con sede en el estado de Texas, produce compresores, turbinas de vapor y de gas y motores. Es una de las principales empresas en el sector del petróleo y el gas, también en la extracción a través de la controvertida técnica de fracturación hidráulica o fracking.
Siemens ofrecerá a los accionistas de Dresser-Rand 83 dólares por título, lo que equivale a valor total de 7.600 millones de dólares (5.800 millones de euros). Dresser-Rand, por su parte, hizo saber que recomendó a sus accionistas aceptar la oferta.
La empresa alemana se impuso en la puja por Dresser-Rand al grupo industrial suizo Sulzer, dirigido por el ex presidente de Siemens Peter Löscher, indica el diario «Financial Times» y agrega que también la rival estadounidense General Electric había demostrado interés por la compañía de Texas. Siemens espera que ambas transacciones queden concluidas antes de mediados de 2015.
Paralelamente, el presidente Joe Kaeser someterá a Siemens a una drástica reestructuración con miras a mejorar la competitividad. A partir del próximo 1 de octubre se reducirá el número de áreas de negocios y se separará la división de tecnología médica. Las reformas traerán aparejada la supresión de un número aún no cuantificado de puestos de trabajo.
Bosch, por su parte, uno de los principales autopartistas del mundo, aspira a compensar a través del negocio de electrodomésticos las fluctuaciones propias del sector automotor.
El fabricante de electrodomésticos encaja «muy bien con el grupo Bosch tanto en el campo estratégico como en el tecnológico», afirmó el presidente ejecutivo, Volkmar Denner.
La compañía de Stuttgart quiere especializarse en el llamado «Internet de las cosas», es decir en la producción de aparatos que se comuniquen con la red. Bosch aprovechará la tecnología que desarrolla para automóviles y vehículos para dotar también de sensores a sus hornos, lavadoras y calefactores.