SEÚL, Corea del Sur
AP

Corea del Sur instaló la base de un avanzado sistema estadounidense de misiles en una localidad agrícola en el suroeste del país, según anunciaron hoy las autoridades para descontento no sólo de Corea del Norte y China, sino de los residentes locales, preocupados por los riesgos para la salud que creen podría causar el sistema armamentístico.

Al conocerse la ubicación para el sistema Defensa Aérea Terminal de Gran Altitud (THAAD por sus siglas en inglés), antes incluso del anuncio oficial del gobierno, miles de personas en la localidad de Seongju, donde se colocó el sistema, se manifestaron y exigieron al gobierno que cancele su decisión. Un grupo de líderes locales escribió misivas de queja con sangre que tienen previsto entregar al Ministerio de Defensa.

«Nos oponemos con nuestra vida al despliegue de THAAD», indicó una de las cartas, según el portavoz del consejo municipal de Seongju, Bae Jae Man, uno de los 10 autores.

Las autoridades en Seúl y Washington afirman que necesitan el sistema para enfrentar mejor las crecientes amenazas militares de Corea del Norte. Pyongyang advirtió el lunes de que tomaría medidas «físicas» no especificadas una vez se conociera la ubicación del THAAD.

La localidad se escogió porque puede maximizar la eficacia militar del sistema y respetar los estándares medioambientales, sanitarios y de seguridad, indicó el vice ministro de Defensa Ryu Je Seung.

El sistema THAAD posicionado en Seongju cubriría dos tercios del territorio surcoreano ante posibles amenazas nucleares y de misiles norcoreanos, dijo Ryu.

China y Rusia se oponen al sistema por considerar que contribuirá a que los radares estadounidenses detecten misiles en ambos países. Seúl y Washington afirman que el sistema de misiles sólo estará dirigido contra Corea del Norte. Muchos surcoreanos temen que China, el mayor socio comercial de su país, pueda tomar medidas económicas como represalia.

Los habitantes de Seongju otras aldeas barajadas en los rumores como candidatas a la instalación del sistema THAAD celebraron protestas y manifestaron su temor de que las ondas electromagnéticas que emitan los radares pudieran ser perjudiciales para la salud.

Las autoridades rechazaron ese argumento, afirmando que el sistema de misiles se colocará en una montaña, no en una zona residencial y resulta inocuo si la gente se mantiene a una distancia de al menos 100 metros (yardas).

Seúl y Washington emprendieron conversaciones formales sobre el despliegue del THAAD después de que Corea del Norte realizara este año una cuarta prueba nuclear y lanzara un cohete de largo alcance.

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