BAGNERES-DE-LUCHON, Francia
Agencia/AP

Agachado encima del manubrio y pegado al tubo superior de su bicicleta, Chris Froome emprendió un arriesgado ataque cuesta bajo que le ayudó a ganar hoy la octava etapa y apoderarse del maillot amarillo del Tour de Francia.

En el último ascenso de la ruta en el Col de Peyresourde, Froome aprovechó un descuido de Nairo Quintana, quien perdió tiempo agarrando una botella de agua, y se alejó de su contrincante colombiano. Acto seguido, bajó la cuesta a velocidades que alcanzaron los 80 kilómetros por hora para sacar ventaja de 20 segundos y conseguir su sexta victoria en una etapa del Tour.

«En realidad no fue planificado», dijo Froome sobre el ataque en el descenso. «Se me ocurrió intentarlo en el descenso, ya que no funcionaron los intentos (de fuga) en los ascensos».

«Los demás estaban pegados, así que decidí probar suerte en el descenso. Fue fabuloso, ganar es una tremenda sensación. Los muchachos (del equipo) se esforzaron todo el día, así que lo hice por ello», agregó.

El ciclista del equipo Sky, dos veces campeón del Tour, cronometró 4 horas, 57 minutos, 33 segundos en el recorrido entre Pau y Bagneres-de-Luchon, la segunda etapa en los Pirineos. También se colocó la camiseta amarilla por primera vez en la carrera de este año.

Quintana, subcampeón del Tour las dos ocasiones que Froome lo ganó, cruzó la meta 11ro, a 13 segundos del británico, y quedó sexto en la clasificación general, con un retraso de 23 segundos.

Dan Martin, un ciclista irlandés del equipo Etixx-Quick Step, arribó segundo, seguido por el español Joaquim Rodríguez. El colombiano Sergio Henao, compañero de equipo de Froome, llegó 14to, y su compatriota Jarlinson Pantano 18vo.

Alberto Contador quedó descolgado y cruzó la meta 17mo, por lo que ahora está 20mo en la general a más de tres minutos de Froome, prácticamente sin posibilidades de aspirar a la corona.

«La etapa fue muy difícil para mí, muy exigente», indicó el español, dos veces campeón del Tour. «Esperaba no perder tanto tiempo hoy, pero así son las cosas. Hice lo mejor que pude. Vamos a hablar con el resto del equipo, porque Roman Kreuziger está mejor ubicado que yo».

Kreuziger, su compañero en el equipo Tinkoff, está 12do en la general.

Aunque no terminó con una escalada, la ruta de 184 kilómetros contó con cuatro ascensos importantes, entre ellos el imponente Col du Tourmalet, una cuesta de 19 kilómetros con una pendiente promedio de 7,4%.

La carrera permanece en los Pirineos el domingo para la novena etapa, la primera que culmina cuesta arriba. Se trata de un recorrido de 184,5 kilómetros entre Vielha Val d’Aran y Andorre Arcalis.

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