Madrid
DPA
Han tenido que pasar quince años para que un presidente de Estados Unidos vuelva a España. Barack Obama inicia el sábado su primera visita oficial al país, al que llega desde la cumbre de la OTAN en Varsovia. Era ahora o nunca, porque su segundo mandato está a punto de terminar, pero no es el momento idóneo.
Cuando Obama se reúna con el conservador Mariano Rajoy, lo hará con un jefe del Ejecutivo que lleva más de seis meses en funciones, con sus poderes limitados al despacho de lo imprescindible para que el país funcione. En sus contactos incluirá también a los líderes de los otros tres partidos que tienen en sus manos la gobernabilidad.
España ha pasado por dos elecciones en el último medio año y Rajoy, líder del Partido Popular (PP), el más votado en los comicios del 26 de junio, busca el apoyo parlamentario necesario para ser investido, sin que nadie se atreva a descartar del todo que en pocos meses haya que ir a las urnas por tercera vez.
Acompañado por su esposa, Michelle, que la semana pasada estuvo en Madrid de la mano de su iniciativa para dar acceso a la educación a 62 millones de niñas que carecen de ella en el mundo, Obama aterriza el sábado por la noche en Sevilla, primera etapa de una visita de tres días que se divide entre el sur y Madrid y que se ha visto ensombrecida por el tiroteo contra policías en Dallas, hasta el punto de desatar especulaciones sobre su posible cancelación.
El rey Felipe VI hará de guía el domingo en un paseo matutino que ambos darán por la capital de Andalucía, antes de que Obama parta hacia la base naval de Rota, en la vecina provincia de Cádiz, donde recorrerá el destructor USS Ross y se dirigirá a las tropas.
Rota, que junto a Morón es una de las dos bases norteamericanas, es emblema de la cooperación militar bilateral por la que Estados Unidos considera a España un aliado importante. Allí está parte del famoso escudo antimisiles.
La presencia militar norteamericana se remonta a los años 50, bajo la dictadura de Francisco Franco. Ahora hay más de 2 mil 800 militares estadounidenses que con sus 1 mil 600 familiares son un pulmón económico en la zona. Ningún antecesor de Obama ha estado allí.
«Esta visita encaja perfectamente con la cumbre de la OTAN ya que España es un aliado clave», según Charlie Kupchan, responsable de asuntos para Europa en la Casa Blanca. «En Morón y en Rota hay una cooperación estratégica estrecha. Es importante la visita a Rota en particular porque allí hay estacionados cuatro buques de la Armada de Estados Unidos involucrados en la misión de Oriente Medio que contribuye a la capacidad antibalística que está iniciando la OTAN».
La visita de Obama a España comenzó a gestarse en septiembre, cuando los reyes Felipe y Letizia estuvieron en Washington en el marco de su primer viaje oficial a Estados Unidos. Pero el bloqueo político tras los comicios de diciembre, que acabó en repetición electoral hace dos semanas, hizo peligrar la visita.
El lunes será el día más político de Obama. El presidente demócrata se reunirá con Rajoy en La Moncloa y de allí partirá al Palacio Real, en el centro de Madrid, al almuerzo que los reyes Felipe y Letizia ofrecen en su honor y en el de Michelle.