Iceland Arnor Ingvi Traustason, center, celebrates with teammates after scoring his side's second goal with Iceland's Birkir Bjarnason, left, during the Euro 2016 Group F soccer match between Iceland and Austria at the Stade de France in Saint-Denis, north of Paris, France, Wednesday, June 22, 2016. (AP Photo/Francois Mori)

París
DPA

La debutante Islandia consiguió hoy la hazaña de clasificarse a los octavos de final de la Eurocopa al vencer 2-1 a Austria en la última jugada del partido en el Stade de France.

En una definición agónica, Arnor Ingvi Traustason marcó en el minuto 94 el 2-1 con el que Islandia, uno de los equipos más débiles del torneo, logró el segundo lugar del Grupo F y podrá medirse a Inglaterra por un lugar en cuartos.

Al mismo tiempo, en Lyon, Portugal empató 3-3 con Hungría y los lusos avanzaron como uno de los mejores terceros y jugarán ante Croacia. Los húngaros, que ganaron el grupo, chocarán con el segundo del Grupo E, que se define más tarde.

En el Stade de France de Saint-Denis, Islandia había marcado a través de Dadi Bodvarsson, en la primera parte, y Austria, que falló un penal, había igualado a los 60 minutos con Alessandro Schöpf.

Pero, en la jugada final, luego de que el portero de Austria Robert Almer envió un centro a sus diez jugadores, un contragolpe bien coordinado por Elmar Bjarnason dejó a Traustason solo para definir y concretar la primera victoria en un torneo continental que edificó el milagro islandés.

La clasificación fue un premio quizás grande tras un encuentro accidentado, con un nivel técnico de lo más bajo que se vio en la primera fase y en un Stade de France que si bien estuvo prácticamente lleno fue demasiado premio para estas dos modestas selecciones.

Austria se paró con tres defensores y se hizo dueño del balón (63 por ciento de posesión). Islandia, con un medio poblado y batallador, marcó al comienzo y luego esperó.

En un equipo con apenas tres jugadores en primera división de ligas mayores europeas, el juego asociado era una excepción.

Tras dos remates a los palos, el gol llegó con astucia de una jugada ensayada. El capitán Aron Gunnarsson ejecutó un lateral picante al corazón del área, Ari Skúlasson desvió hacia atrás y allí apareció, antes que la zaga austríaca, Dadi Bodvarsson para empujar el balón y poner el 1-0 para Islandia.

Austria pudo haber empatado en los pies de su líder Aleksandar Dragovic, que falló un penal en el minuto 35 igual al que marró Cristiano Ronaldo ante Austria: cruzado y al palo. David Alaba, nuevamente en muy bajo nivel, había sido derribado sutilmente en el área.

Los yerros continuaron toda la tarde. El portero islandés Hannes Halldorsson quiso salir jugando desde abajo con Kari Arnason y, tras enredarse con el balón, el «blooper» casi le cuesta el gol de Marko Arnautovic, que estaba atento tapando la salida.

Luego, ambos centrales pusieron en aprietos a sus equipos. Martin Hinteregger pisó solo un balón en el medio y Ragnar Sigursson pifió un rechazo que fue a parar a su portero, que evitó el papelón.

El complemento fue un asedio de Austria. Entre el portero y la zaga de Islandia dispusieron el cerrojo.

A los 46, Alaba perdió el empate solo a la altura del punto penal y a los 52 Arnason salvó la portería de cabeza cuando Halldorsson estaba vencido.

Los minutos transcurrían entre el asedio austríaco y la lentitud de Islandia. Cada saque de puerta, lateral o falta era una oportunidad para hacer tiempo.

Era tan evidente que el entrenador austríaco Koller le señalaba su reloj al árbitro polaco Szymon Marciniak con efusividad para reclamar, acompañado por la silbatina general de los miles de austríacos en el Stade de France.

Ni el gol esperado de Austria, a los 60 minutos, cambió la tónica porque Islandia especulaba con avanzar con tres puntos. El ingresado Schöpf rompió el cerrojo con una maniobra individual para el 1-1 y darle esperanzas a Austria, a la que sólo le servía la victoria.

Schöpf tuvo otra ocasión para ganar, pero una genial salvada con los pies de Halldorsson parecía congelar el 1-1.

Hasta que, en la agonía, llegó el 2-1. Los diez austríacos en campo rival, el arquero Almer enviando el centro y un balón que queda suelto para un contragolpe que pasará a la historia del deporte de Islandia.

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