Londres
AP
La incertidumbre sigue dominando las horas previas al decisivo referéndum en el que los británicos votarán mañana jueves sobre su permanencia o marcha de la Unión Europea (UE): «Nadie sabe lo que va a pasar», reconoció hoy el primer ministro, David Cameron, en uno de sus últimos mensajes de campaña.
Sea cual sea el resultado, algo tiene claro: podrá dormir bien antes de la votación, pues no se arrepiente de haberla convocado y seguirá al frente del Gobierno, aseguró el gobernante conservador en declaraciones al diario «Financial Times».
Sin embargo, algunos expertos dudan de que lo consiga especialmente si los británicos optan por el «Brexit» o marcha de la UE, la opción contraria a la defendida por el primer ministro durante la campaña.
Tampoco renunciará otros de los grandes defensores de la permanencia británica desde Bruselas, el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, aseguró hoy su portavoz, respondiendo a especulaciones de la prensa.
La incertidumbre domina las horas previas a la consulta, donde las encuestas siguen pronosticando un resultado muy ajustado, así como un elevado porcentaje de indecisos entre los más de 45 millones de británicos llamados a las urnas.
El promedio de ocho encuestas realizadas desde el 15 de junio da un 45 por ciento a los partidarios de seguir en la UE y un 44 por ciento a los defensores del «Brexit», así como un diez por ciento de indecisos. Una encuesta online entre más de 5.000 personas publicada el martes apunta a más de un tercio de los votantes como indecisos.
Por su parte, un sondeo de Survation-IG publicado hoy por Survation-IG otorga un 45 por ciento a los defensores de quedarse en la UE y un 44 por ciento a los partidarios del «Brexit», con un 11 por ciento de indecisos. Sin embargo, no hay que olvidar lo mucho que se equivocaron los sondeos en las elecciones parlamentarias de hace un año en el país.
Tampoco se sabe con claridad si el asesinato el pasado jueves de la diputada laborista Jo Cox, defensora de la permanencia, influirá en el resultado. Horas antes de la consulta, miles de personas participaron hoy en un homenaje en su ciudad natal Batley y Trafalgar Square en Londres.
Cox, que hubiera cumplido hoy 42 años, defendía la permanencia en la UE y una política de refugiados liberal. «Era política y tenía puntos de vista muy claros. Y yo creo que fue asesinada por esos puntos de vista claros», dijo su marido Brendan en el conmovedor acto en la céntrica plaza londinense.
En llamamiento de última hora, también la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, apelaron hoy a los británicos a votar por la permanencia en la Unión Europea (UE).
«Más que el futuro de Reino Unido en la Unión Europea está en juego el futuro de la Unión Europea», insistió Hollande, que advirtió de que el resultado será «irreversible» y anunció un viaje a Berlín la próxima semana sea cual sea éste.
Hollande advirtió de las consecuencias de un «Brexit» para Reino Unido, que dejaría de tener acceso al mercado interno de la UE, y para las relaciones bilaterales, incluyendo la gestión del paso fronterizo de Calais, que ambos comparten y que ha sido un imán para la migración ilegal y una entrada de potenciales refugiados.