Jesús Abalcázar López 
jesus.abalcazar@gmail.com

Brindar es decir ¡salud! para disfrutar de un día muy especial. Y es un día trascendental ¡Brindar por el día del padre de familia! por el que representa a Dios en su hogar y quien, además, ejerce la autoridad ante sus hijos, junto con su esposa, ¡con quien ha formado una pareja! pero debe ser por medio de los sagrados vínculos del sacramento, los vínculos del amor y los vínculos de la ley por la institución del matrimonio civil, reconocido universalmente.
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¿PERO, QUIÉN ES UN PADRE EJEMPLAR? Un padre ejemplar es el esposo que ama y protege a su esposa y a los hijos y a las familias que los han unido por el matrimonio, considerando que como se asegura, el que se casa no sólo se casa con el esposo o esposa sino también con la familia de estos. SIN EMBARGO, SER PADRE TAMBIÉN ES PROVEER CON DILIGENCIA Y CARIÑO Y COMPROMETERSE A RESPONDER CON HONOR Y VALOR, COMO GUÍA Y PROTECTOR DE SU FAMILIA. Ser padre no solo es traer hijos al mundo, sino que educarlos; brindarles alimento, techo y abrigo; formarlos, dedicarles tiempo de calidad y brindarles su amistad, y ante todo, amarlos sin límite y protegerlos con entrega paternal.

Se sabe que la madre ocupa el primer lugar en la familia dado que a ella le corresponde traer al mundo a los hijos del matrimonio y también, lamentablemente a los hijos fuera del matrimonio o unión de hecho. Digo, lamentablemente, porque estos hijos generalmente provienen de padres irresponsables que sólo son el medio para embarazar a la mujer, pero que, posteriormente, los dejan en el abandono. Estos son los padres que no merecen llamarse padres, porque ofenden a Dios y no cumplen con la misión humanitaria de criar, educar y alimentar a sus hijos, por lo que morirán en pecado ante Dios y en delito ante los hombres.

AHORA, LOS DEJO CON EL TEXTO DE LOS VERSOS, DE DOS POEMAS, que aparecen en mi libro de poesía: Pinceladas del amanecer y Versos del espíritu consciente, del Centro Nacional de Libros de Texto, Cenaltex, del Ministerio de Educación, dedicados, el primero a Junio el mes del padre y, por supuesto, el segundo, dedicado al padre, con el poema, A MI PADRE:

JUNIO:
Vienes a poner énfasis de colores, / con retoque de verde clorofila / y rubores al pastel entre las flores / y rocío de primavera sobre el ala. // Vienes con tu rebaño de nubes, con tus mil regaderas en fila, / con el agua fresca de tus albores / y con chorros que riegan el clima. // El suelo perfuma de aroma natural, / la tierra encinta de fecundidad temporal / sólo el eco repite el dolor del parto germinal. // Vuelan las aves con el rumbo hacia la lluvia, / y la semilla muere para dar vida al tallo, / y el fruto es alimento en el surco espiritual.-

A MI PADRE:
Padre, guía y orgullo de mi familia / Brújula de mi existencia, / compañía de las buenas sendas, / camino recto que lleva al éxito, / mi tesoro de la felicidad. // Tu que siempre nos inculcas el bien / desde los primeros conocimientos / que cual maestro nos impartiste, / eres modelo de honor y responsabilidad, / ¡Gracias padre, eres importante! / y ante todo, eres un hombre capaz, / porque fuiste Señor de la Dignidad, / viejo de oro y orgullo de nuestra sangre. // Nunca te olvidaré, padre bueno / delegado de Dios en la tierra / buscaste mi sustento, hombre tenaz / tus manos labraron todo terreno, / me heredaste tu ejemplo de paz, / tus castigos fueron pruebas de amores, / tus consejos fueron mis firmes pilares. // Cuando me regañas, sé que me orientas, / cuando me dices no hagas eso, regresa, / es porque a tu hijo, mucho amas / y aunque me rebele, tú me perdonas, / por eso la conciencia no me engaña / cuando me castiga y me regaña, / mi padre es el punto de apoyo / para mover obstáculo y escollo. // Mi madre me decía: tu padre es un roble, / imítalo y serás fuerte en la adversidad, / tu padre te colmó de caricias y protección / hombre humilde, hogareño y noble, / tu padre te dio abrigo con responsabilidad. // Puso en tu alforja, la educación / con lealtad, sinceridad y personalidad, / síguelo, y supéralo, que sea tu meta, / y al correr del tiempo, llegará el día / en que puedas alcanzar sabiduría. // Hoy, tu padre te enseña como maestro, y tu, como hijo, aprende la lección / para que mañana, estés preparado, / con tu especie y cumplir la gran misión: / de merecer que tu hijo, te llame: ¡PADRE!

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