Lic. Douglas Abadía C.
douglas.abadia@gmail.com

En la actualidad, las relaciones entre el Gobierno de Taiwán y Guatemala siguen siendo fuertes e importantes. Sin embargo durante los últimos gobiernos, se ha abierto la posibilidad de establecer intercambios comerciales con un importante país asiático, que ha representado un elevado e importante desarrollo a nivel mundial: La República Popular de China.

En el contexto de las ventajas y oportunidades brindadas por la globalización, China ha respondido proactivamente a las iniciativas de cooperación política y económica mediante su participación en organizaciones regionales, subregionales y transpacíficas. Durante la década del noventa, como parte de su compromiso de adhesión a normas y regímenes internacionales y eje de su estrategia de profundización reformista, una activa política orientada al aprovechamiento de las ventajas resultantes del “regionalismo económico” asiático, le ha servido a China para incrementar su participación en instancias de negociación multilateral e influencia económica en la región centroamericana.

Con el triunfo del Partido Comunista Chino (PCCh) y la fundación de la Nueva China en octubre de 1949, surgieron nuevas expectativas bajo la presunción de que la estabilización política y el rediseño del sistema económico, pondrían a China nuevamente en la senda del desarrollo por medio de la industrialización, elevándola nuevamente al rango de potencia político-económica.

Gracias a la apertura económica China es hoy una de las principales potencias económicas mundiales. El aumento en los niveles de consumo interno, el ingreso de inversiones externas y la política de “outward looking” ante el atractivo que generaba la rentabilidad potencial de los mercados externos, elevó su intercambio comercial desde $US50,000 millones a comienzos de la década del ochenta, hasta más de $US165,530 millones en el 2001.

Debido al gran desarrollo económico de la República de China, en el 2001 fue admitida en el seno de la Organización Mundial de Comercio OMC. La razón por la que Estados Unidos permitió su ingreso es porque no puede negar que China se ha constituido en una potencia mundial. Según estimaciones, si China sigue creciendo al ritmo al que lo hace, a partir del año 2041, va a superar a Estados Unidos, para convertirse en la primera economía del mundo.

El tema de las relaciones “comerciales” con China Continental ha ocupado importantes espacios en los medios de comunicación. Ya no es la China comunista proscrita y prohibida. A la fecha, China ya no es el dragón endiablado lanzando llamaradas rojas, los dirigentes comunistas y el partido que allí gobierna ya no son los de antes. Ahora China es una potencia del futuro. Apostarle al gigante asiático ha puesto, sería una posibilidad de diversificar e incrementar el comercio exterior de Guatemala y el de toda la región centroamericana.

La importancia de que Guatemala pueda establecer relación comercial con este país, implica varios aspectos: en primer término y el de mayor importancia es la liberación de la relación con Taiwán dada su incidencia en los gobiernos guatemaltecos. Un segundo aspecto en términos económicos y de interés para China es la exportación de café, aceite, azúcar y productos agrícolas. A cambio China importaría vehículos, pero principalmente turistas incentivando así el crecimiento y desarrollo de Guatemala.

No obstante las relaciones que eventualmente se puedan concretar con la República Popular China, tienen que ser vistas con una amplia visión y planteadas como un proceso que de iniciarse sería de gran beneficio para Guatemala.

En Guatemala, tanto el Gobierno como los empresarios, coinciden en su apreciación sobre ese ilimitado mercado –chino– al que ven como una buena opción para impulsar negocios. Al poder invertir y negociar con China, una de las economías más grandes del mundo, los guatemaltecos tenemos la gran oportunidad de exportar materias primas, productos alimenticios y agrícolas.

Si en términos generales, la política exterior busca la defensa de los intereses del Estado de Guatemala ante el mundo, ¿Qué nos conviene más como sociedad? Juzgue usted estimado lector (a).

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