Con el caso en contra del reo Byron Lima Oliva, ha vuelto a discutirse la imposibilidad de las autoridades para realizar el traslado de un privado de libertad hacia un centro de cumplimiento de condena en donde, específicamente, en este caso, se garantice que no exista ninguna clase de beneficio que permita que una red de control y administración delincuencial siga operando y mandando desde lo interno de las prisiones.

Resulta que los tribunales fallaron permanentemente a favor del reo y permitieron que el trabajo de la estructura se continuara llevando a cabo sin problema alguno. Pero este no es el único caso en el que se puede demostrar la importancia de controlar el sector justicia y el terrible daño que institucionalmente se le hace al país.

Porque el mismo ejemplo hay en referencia a los casos que pocas veces “investigan”, pero que no prosperan sobre la deuda del Ministerio de Comunicaciones en que no se ha llevado una sola acción en contra de quienes son responsables de contratación de obra sin respaldo; la evasión fiscal; la sobrevaloración de medicinas o el simple enriquecimiento ilícito de todos los que en función pública pasan por arte de magia a ser millonarios.

Todo esto es lo que tienen que proteger los seleccionados por los grupos de poder para integrar las Comisiones que tienen un trabajo dirigido que queda en evidencia desde el momento en que la creación de universidades ha sido explosiva con tal de contar con más votos dentro de la instancia creada buscando la transparencia, pero que se prostituyó.

Simplemente, estamos ante una situación en la que parece que el descaro y la desfachatez de quienes están dispuestos a todo con tal de controlar el sector justicia, nos generará un costo altísimo por el debilitamiento institucional que termina haciendo que la impunidad sea el método.

La justicia es una y no puede ser afectada por ideologías, beneficios ni sistemas de protección dirigidos. Es única, ciega y equilibrada por lo que no tendría que estar sujeta a la injerencia de grupos que están empecinados en mantener el control.

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