Hay dos medidas urgentes que se tienen que tomar de parte del gobierno de Guatemala y de sus funcionarios tanto en Estados Unidos como en nuestro propio territorio tras el anuncio del presidente Barack Obama sobre la medida ejecutiva que otorga beneficios a buena parte de los indocumentados que se encuentran en ese país.

Primero, el Ministerio de Relaciones Exteriores debe hacer un trabajo muy intenso y eficiente de información, acompañamiento y guía a los guatemaltecos que estén en posibilidades de acceder a los beneficios y para todos aquellos que tengan alguna duda sobre cómo proceder.

Inevitablemente, se tiene que entender que esta acción ejecutiva es un excelente inicio de modificación al trato migratorio que se le da a una parte de nuestros compatriotas en el interior, aun cuando no sea la formal reforma migratoria a la que se han negado los republicanos a apoyar.

Será muy importante que las organizaciones civiles de protección a migrantes y cualquier gremial, organización empresarial o civil que entiendan la puerta que se le ha abierto a los hispanos que tan importantes son para su país de origen como para la nación donde ejercen su trabajo, hagan una enérgica demostración que cualquier intento de dar marcha atrás a los beneficios ahorita o cuando se vaya cumpliendo el período de gracia inicial, se convertirá en un definitivo y tajante castigo político para el partido que lo promueva.

Pero termina siendo una responsabilidad ahora de los guatemaltecos de atender a nuestra gente. En Estados Unidos el ciudadano tiene que sentir la operatividad de nuestra estructura para responderles de la misma manera en que ellos han estado para sus familias y para nuestra economía.

Internamente, el gobierno debe iniciar una campaña de prevención para que no vayan a creer otros ciudadanos que es el momento adecuado de salir del país. Porque hay aprovechados que, como con los menores migrantes no acompañados, lanzaron la falsa expectativa para generar el flujo irregular que les representó un negocio inescrupuloso de cientos de millones.

Así como Estados Unidos hará un refuerzo en su frontera, sería conveniente que por medio de mensajes y reforzando el área se haga el mejor esfuerzo en nuestro país para evitar la salida de ciudadanos que irían a enfrentar condiciones mucho más difíciles para poder ingresar al país del norte.

Consulados fuertes y eficientes, con calidad de servicio, sumados a una política agresiva de información nos permitirá a los guatemaltecos sacarle el mejor provecho a esta acción ejecutiva que, indudablemente, no es la solución pero ha abierto una puerta que hasta el jueves había estado cerrada.

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