Y tenemos el caso de la reforma constitucional en el que muchos dicen que se tiene que hacer a cualquier costa, mientras que otros sectores reconocen la necesidad de entrar a conocer temas específicos, pero existe un fuerte temor a entregarle la potestad a los partidos políticos por la falta de confianza, absolutamente justificada, por sus intereses reales.

Se discute la continuidad de la CICIG justo en medio de un sistema de presidios concesionado a los reos y directores trabajando para ellos, investigaciones que buscan identificar el método de financiamiento de los partidos políticos y la aún vigente amenaza por tomar control de las cortes del país.

Se ha discutido sobre la elección de la junta directiva del Congreso, sabiendo que no habrá cambio radical más que el control de una agenda que, evidentemente, quiere ser manejada con dedicatoria en el año electoral que se avecina, pero que sin importar quién se quede con dicha directiva, el resultado del Legislativo será el mismo, porque los diputados siguen siendo lo mismo que todos sabemos.

Se hace más bulla para pagarles a contratistas del Estado que han trabajado obras en mal estado, sin cumplir con los parámetros legales de sustento del gasto, etc., pero no se le da prioridad al pago de los salarios de empleados de Salud Pública que están rogando que se les cancele los meses.

Y vienen los aspirantes a presidente a decirnos que todos son lo nuevo, lo transparente, eficiente y moderno para sacar adelante al país, pero se les olvida que los hemos estado viendo durante años y que si no hay nadie nuevo participando es porque ellos mismos han sido eficientes generando miedos y vergüenzas dentro de las personas correctas para involucrarse en política.

En fin, nos urge un poco de cordura para poder analizar que hay casos frente a nosotros que merecen más participación activa para ser intolerantes con el abuso, pero comprometidos con lo que nos ayude a construir el país que queremos a largo plazo. Entrar en el juego de la destrucción y el caos, es lo que hace válido en algunas esferas las ejecuciones, incendiar embajadas o ser exitoso por medio del saqueo. Los ciudadanos no podemos caer en esa perversa jugada. Nos urge retomar el control del país.

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